Rutas Camino Real Legerke y Santander

Estos caminos surgieron  en la segunda mitad del siglo XIX en el entonces estado independiente de Santander, hoy parte del noroeste colombiano;  su construcción estuvo encargada al inmigrante alemán Geo Von Legerke, conocedor de varios idiomas y de la interpretación del violín y el piano, según cuenta la historia, huyó de Alemania ayudado por el rey prusiano luego de asesinar a un hombre por un lio de faldas. No se sabe a ciencia cierta sus motivos para arribar a Colombia, es posible que haya sido influenciado por las historias de otros alemanes residentes en la zona. Se dice que realizó su viaje desde Santa Marta hasta La Dorada y de allí viajó a lomo de mula hasta Bucaramanga en 1852.

Por su habilidad con los negocios de quina, tabaco, cerveza alemana, porcelanas, vinos, telas francesas y armas norte americanas, se consolidó como un influyente comerciante que alcanzó a tener cerca de 12.000 hectáreas de tierra. También se le reconoce haber llevado el primer piano de cola a la región, desde Hamburgo a Santander, y a su leyenda se le atribuye haber tenido una descendencia de mas de 500 hijos.

Se dice que Legerke fue el primer contratista de Colombia, aunque en esa época no se utilizaba ese término y mucho menos para los caminos de “herradura”, sin embargo, tuvo la oportunidad de aprovechar que “en la década de 1870 los fondos destinados a la construcción de caminos disminuyeron cuando el gobierno se dio cuenta de que no podía dedicar un gran porcentaje del presupuesto asignado para las vías. Como resultado de ello, el papel de constructor de caminos fue asumido por los comerciantes, como condición principal para evitar que el intercambio comercial de sus empresas con el extranjero entrara en crisis. Los caminos de Lebrija y Sogamoso trayectos importantes desde la segunda mitad del siglo XVIII, por su función de llevar una porción significativa de mercancías desde el centro de Santander a Cartagena, cayeron en desuso durante las guerras de Independencia. Pero, de nuevo fueron tenidos en cuenta en la década de 1860, época en la cual surgieron como apoyo al crecimiento del norte del Estado, gracias a los contratos adjudicados al extranjero Geo Von Lengerke”. (Carreño, 2009).

Esta ruta es el único camino real declarado Bien de Interés Cultural mediante Resolución 0790 del 21 de Julio de 1998. Su recorrido toma aproximadamente 3 horas, durante La Colonia, los habitantes de los pueblos medían las distancias con tabaco, “estoy a un tabaquito”, decían cuando se iban a demorar una hora; es decir que el recorrido por este tramo de la red con senderos en piedra, por valles y llanuras, bosques y caseríos; toma sólo tres “tabaquitos”.

El municipio de Barichara (en lengua Chibcha significa lugar de descanso), es reconocido por diversos aspectos: sus fachadas blancas y tejas de barro, su trazado urbano a la manera andaluza, la variedad patrimonial de su casco histórico, donde se encuentra la hermosa Catedral de la Inmaculada Concepción y la capilla de Santa Bárbara, entre muchos más atractivos que lo hacen tener el reconocimiento del “Pueblo más bonito de Colombia” y haber sido reconocido como Monumento Nacional en 1978, además, a sus habitantes se les conoce cariñosamente como los “patiamarillos” por la naturaleza geológica de su tierra que tiene un tono rojo y amarillo.

El recorrido por el camino real está enmarcado por bellos paisajes y por el excelente estado de conservación que tienen los trazados realizados por Lengerke, acampar en este lugar es muy seguro y sobre todo tranquilo. Los vientos durante todo el año lo hacen un sitio ideal para practicar parapente y deportes al aire libre.

Finalmente se llega a el corregimiento de Guane, un pequeño pueblo que en épocas prehispánicas era el principal cacicazgo de los indígenas Guanes, el pueblo también cuenta con infraestructura colonial como la iglesia de Santa Lucía (BIC) y el Museo arqueológico, es posible visitar recursos naturales como la cascada La Latija, El pozo Azul o la cueva del Nitro.